Esa frase me dejó muy marcada en Damages, pero no era simplemente para dejarte tensa en ese momento, si no porque era verdad, no podías fiarte de nada ni de nadie.
Aunque esa frase ya no solo me recordará a la fantástica serie de Glenn Close y Rose Byrne. Es de Homeland de quién hablaré hoy.
Para quién no lo sepa aún, el argumento se basa en el rescate de un soldado americano que llevaba desaparecido en Irak 8 años. A su vez, una agente de la CIA cree que este soldado rescatado podría haber sido rescatado...como terrorista.
No podrían haber elegido un casting mejor: Claire Danes está ESPECTACULAR haciendo de agente de la CIA, que poco a poco nos van descubriendo que es una persona muy inestable y hasta que punto se puede involucrar por su trabajo y por descubrir la verdad.
Damian Lewis no se queda atrás. Nicholas Brody es un personaje que en un capítulo pasas de la confianza a la desconfianza y viceversa.
Y aunque el gran peso de la serie caiga sobre ellos, la familia de Brody y los compañeros de trabajo de Carrie hacen que el casting ya sea de 10.
Pero claro, una serie puede tener buenos actores, pero, ¿y la trama? En los 12 capítulos que han compuesto esta redonda primera temporada (y que ya está confirmada una segunda temporada para otoño de 2012), no hay ningún momento aburrido. Es una tensión durante los 50 minutos que te quedas sin uñas y necesitas el siguiente capítulos porque necesitas saber. Pero a medida que van pasando los capítulos, te van respondiendo preguntas a la vez que te hacen otras nuevas. Y cuidado, porque a la mínima que pestañees, puedes haberte perdido un detalle importante.
Así que, si no la habéis visto, ya estáis tardando. Y si pensáis verla, que sepáis que os vais a ventilar la temporada en 2 o 3 días como mucho.
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