jueves, 18 de octubre de 2012

La trayectoria de la flecha es esperanzadora

De los pilotos que he visto en lo que llevamos de temporada, puedo decir que al de Arrow ha sido el que más me ha gustado. Eso solo puede significar que: los pilotos de este año son muy flojos o malos, o que CW ha hecho un buen piloto. Creo que ambas razones son válidas.



Arrow trata sobre Oliver Queen, el hijo de un millonario, que un día su barco naufraga y Oliver es el único superviviente. Cinco años después, es rescatado de una isla cercana a la que naufrago y vuelve a casa. Ahí se reencontrará con su familia. Sin embargo, Oliver no es el mismo que era cuándo dejo la ciudad: Tiene una serie de habilidades con las que ayudará a tener a raya a los criminales de Starling City.

El piloto tiene un buen ritmo, es consciente de lo que te quiere contar y como te lo quieres contar. No tiene un uso excesivo de los flashbacks, usa los necesarios para explicarte y ponerte en la situación del protagonista. Los personajes que componen su familia también quedan bien perfilados en el piloto, aunque creo que en los siguientes capítulos van a tener mayor relevancia.

En una serie de estas características, las escenas de acción son lo te prometen. No pudo evitar recordarme a las escenas de acción de Nikita, solo que creo que aquí están mejor llevadas y que cuentan con más presupuesto para hacerlas mejor. También creo que Stephen Amell (Oliver Queen/Arrow) puede llevar la serie perfectamente; si bien es verdad que aún queda mucho por saber de él y que le conozcamos mejor, puede llevar el peso de la serie.


Comentar también algunos detalles más curiosos como esa la lista de personas de las que su padre juró "vengarse" (La de cosas que ha generado Revenge) eso sí, sin rotulador rojo; esa flecha con Wi-Fi clavada la pared capaz de hacer transferencias, simplemente impagable (y que también me recordó muchísimo a Nikita), y el momento entrenamiento de Oliver Queen (por favor, queremos una escena así en todos los capítulos).

Para finalizar, me alegro que CW haya hecho una serie más accesible. Mientras que todas sus series parecen ir  más destinadas hacia un público joven y femenino, Arrow parece romper este patrón. Y yo que me alegro de ello.


sábado, 13 de octubre de 2012

Un despropósito bestial


El piloto de Beauty and the Beast no debería haber obtenido luz verde, nunca.  Soy una persona que da oportunidades a los pilotos, pero no creo que pueda soportar otros 40 minutos  así.


Cuándo comenté las nuevas series que me llamaban la atención dije que Beauty and The Beast por el tráiler me recordaba a Grimm, y tras haber visto el piloto, creo que no pude acertar más en la comparación. Ambas coinciden en que lo mejor de todo el capítulo piloto es la canción con la que se acaba, en el caso de la serie de CW, Never Let Me Go de Florence + The Machine.

Habré visto capítulos sueltos de Smallville, pero ninguno en el que saliese Kristin Kreuk, la protagonista de esta nueva serie. Ahora que lo he visto con mis propios ojos, puedo decir que hacía mucho tiempo que no veía una actriz tan mala. O sí, pero no se me viene a la mente ninguna.

Podría mejorar, pero el resto del reparto también es bastante malo. Y a un reparto malo le sumamos que la mayoría son detectives de policía, el resultado es que no te crees nada de lo que te están contando. El caso del capítulo no podría importarte menos, aunque lo peor llega cuándo Catherine (Kristin Kreuk) se encuentra con Vincent (Jay Ryan) y descubre que es el hombre que le salvó la vida unos años atrás. De risa.
 
Vincent, para hacerlo más misterioso, tiene el problema de que cuando se enfada, se convierte en una bestia, literalmente. Todo ello acompañado de oscuridad y unos efectos especiales que la palabra cutres se les queda corta. La transformación con unos ojos más grandes, una voz grave y una cicatriz es una bestia para CW.

Vale que el piloto de The Vampire Diaries fuera malo, pero incluso era mejor que este. Y, por que no decirlo, ¿cancelan The Secret Circle por esto? ¿En serio? Para esto haberme dejado a las brujas, que les daban mil vueltas a este despropósito.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Atrapada en el Drake

¿Un edificio misterioso, con oscuros y sobrenaturales secretos y encima con Terry O'Quinn? Compro, tras ver el piloto compro.



Antes de empezar, aclaremos algo: Esto no es American Horror Story (lo cuál agradezco muchísimo) y tampoco lo pretende, 666 Park Avenue tiene un tono muy distinto a la extravagante serie de Ryan Murphy. Así que ya vamos quitando esa idea de la cabeza. De hecho, creo que si hay que buscarle comparaciones, sería con la película Pactar con el diablo.

Tenemos a la pareja formada por Jane (Rachael Taylor) y Henry (Dave Annable) que se mudan al 999 de Park Avenue, situado en pleno Upper East Side, un bloque de edificios llamado The Drake del que serán encargados de gestiones.
No tardaremos en conocer a los residentes del Drake, empezando por sus dueños, Olivia (Vanessa Williams) y Gavin Doran (Terry O'Quinn, a quién es un placer volver a ver). Aunque de Olivia poco sabemos aún, Gavin se dedica a hacer tratos con los residentes: él puede darles lo que quieran a cambio de que estos le den su alma. Y pobre de ellos como no cumplan el trato...
También se nos presenta a Brian y Louise, una de las parejas que viven en el edificio, a quiénes no tardará en unirse Alexis, la vecina de enfrente quién parece que quiere jugar con Brian...

Para ser un piloto, abre demasiadas tramas (asesinatos, fantasmas, cultos), tantas que no sé como van a manejarlas todas, aunque pienso que pueden sacarse muchas más tramas con facilidad. Creo que también debería tener un tono un poco más oscuro, solo digo un poco, si se queda como esta no me va a molestar en absoluto. Pero si va a entretenerme de esa forma y hacer que los 40 minutos se me pasen en un suspiro, bienvenida es 666 Park Avenue a quedarse en la lista de series que sigo cada semana.

Un último apunte: Buenas gentes americanas, por favor, vedla. El disgusto que me daría si la veo cancelada con todo el potencial que tiene y las ganas de querer seguir viendo más, sería muy grande.