Arrow
En su primera temporada, Arrow fue una sorpresa muy grata. Parecía imposible que en CW pudiese cuajar una serie de superhéroes con un tono más serio. Por supuesto, seguía teniendo las características más teen del canal y era una serie muy entretenida de ver. Costaba dedicarle un hueco, pero una vez que me ponía un capítulo, la disfrutaba mucho.
Con la segunda temporada, las cosas cambiaron. Los guionistas supieron escribir a los personajes que en la temporada anterior se quedaban algo más descolgados, integrándolos mejor en la trama. La historia de como Oliver Queen llegó a ser el justiciero de Starling City tenía un motivo, y ese motivo se supo desarrollar perfectamente a lo largo de toda la temporada, tanto en el pasado como en el presente. También ayudó que en el arco de temporada fueran introduciendo personajes del universo DC, por lo que los fans de los cómics se sumaron a ver la serie.
Si la abandonasteis tras la primera temporada que tenía unos capítulos más autoconclusivos, os recomiendo mucho retomarla. Para mí, la mejor serie de la CW esta temporada, y por qué no decirlo, de esta temporada en general.
Revenge
El enfrentamiento definitivo. |
Tras una segunda temporada que fue dando tumbos con conspiraciones que no iban a ninguna parte y personajes que no pintaban nada, estuve a punto de dar carpetazo a Revenge, y más después de saber que habría un cambio de showrunner no auguraba un futuro prometedor.
Me alegro de haberme equivocado.
Este cambio no pudo sentarle mejor. Se volvió a tener como eje central lo que era lo más importante desde el principio: la venganza de Emily. Además de que esta temporada ha tenido todos los elementos de un culebrón que lograban sorprender e intensificaba los enfrentamientos de Emily con Victoria, cosa que cualquier persona que vea esta serie debe disfrutarlos como un niño pequeño. Si los personajes no terminaban de funcionar, se iban, aunque hay excepciones.
En resumen, una tercera temporada que recuerda a los mejores tiempos y a las mejores tramas de la primera temporada, que sigue enganchando (me atrevería a decir que más). Y sinceramente, después del final de temporada, cuento los días para que empiece la cuarta.
Hannibal
De una primera temporada que fue de menos a más y en poco tiempo consiguió una legión de fans, había muchas ganas de ver sí la segunda temporada podía mantener el nivel técnico y narrativo de su antecesora.
Apetitoso, ¿no? |
Pero sin duda lo mejor de la temporada ha sido como Bryan Fuller ha sabido jugar con los conocimientos que tenemos de los personajes y darnos muchas sorpresas y sustos. Y el conseguir que nos olvidemos de Anthony Hopkins como Hannibal, que eso no es moco de pavo.
The Americans
La primera temporada de The Americans me gustó pero esperaba más, mucho más, sobretodo después de leer críticas por varios blogs, redes sociales y otros medios que era una de las series del año y que estaba al nivel de Homeland. La pareja protagonista tenía química y cada vez que salían disfrazados con ropas y pelucas imposibles era muy divertido de ver, recordándome más a Alias. Sin embargo, la trama no terminaba de atraparme.
Este segundo año comenzó con un arranque muy potente, que se fue perdiendo a medida que avanzaba la temporada, pero aun así fue muy disfrutable. Los personajes ganaron este año, tanto el matrimonio Jennings como Nina y el agente Stan. En lo personal, había capítulos en los que la trama del FBI podía crear más intriga que la de los espías rusos.
Y hablando de personajes, si Dana a medida que pasaban las temporadas iba ganándose más odio (no por mi parte) en Homeland, Paige ha sido mi Dana. Le dieron más protagonismo para dar más intriga y desarrollar las relaciones familiares. Comprendo que sea una adolescente pero muchas decisiones que tomaba y contestaciones que le soltaba a sus padres daban ganas de abofetearla. Y viendo el final de temporada y el frente tan interesante que plantea, espero que Paige tenga un cambio de actitud importante.
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